Publicado el
11 de junio de 2025
por
María Correas, PhD
Actualizado el
28 de julio de 2025
El encabalgamiento es una figura retórica.
El encabalgamiento ocurre cuando una frase u oración se prolonga por más de un verso. Así, una idea o pensamiento transita de un verso a otro sin interrupción ni signo de puntuación al concluir esa línea.
Al igual que la aliteración o el asíndeton, el encabalgamiento puede alterar la cadencia y el ritmo (la proporción que mantiene la composición) de un poema.
El encabalgamiento en poesía se puede hallar en diversas formas de poemas, tales como los haikus, los sonetos y el verso libre.
Encabalgamiento: ejemplos
Y vela
cuando el sol anochece
estrellas en el agua.
Sueño del agua, Clara Janés
En esta estrofa se produce un encabalgamiento del primer verso con el segundo, y del segundo con el tercero.
De esta forma, la oración se extiende a lo largo de tres versos y contribuye a crear una sensación de tranquilidad en el lector.
“Todo lo confunde” dijo
su madre. Y era verdad.
Sin título, Pedro Salinas
En estos dos versos, se produce un encabalgamiento que crea suspense, pues no se sabe hasta el segundo verso quién ha pronunciado las palabras “Todo lo confunde”.
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11 de junio de 2025
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María Correas, PhD
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28 de julio de 2025
El asíndeton es la supresión intencionada de conjunciones como “o”, “y” o “pero” en una serie de oraciones o de cláusulas.
El asíndeton aparece en diferentes géneros y contextos, como el teatro, la poesía, los discursos y el lenguaje cotidiano.
Asíndeton: ejemplos
No podemos permitirnos desorganización, accidentes, caos.
En esta oración, hubiera sido más común utilizar la conjunción “y” en vez de la coma final. “No podemos permitirnos desorganización, accidentes y caos”.
Omitir la coma añade dramatismo a la oración.
Teníamos muchas ganas de ir al cine. No nos gustó la película.
En estas dos oraciones se suprime la conjunción “pero” que podría unir ambas para enfatizar el contraste entre las “muchas ganas de ir al cine” y que “no nos gustó la película”.
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11 de junio de 2025
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María Correas, PhD
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28 de julio de 2025
La alegoría es un recurso retórico que evidencia o demuestra un concepto abstracto a través de la representación física de algo que se asemeja a él.
Esta representación también puede ser ilustrada, por lo que resulta habitual encontrar alegorías en la pintura y la escultura.
Ejemplo de alegoría de la pinturaEn el cuadro Autorretrato como alegoría de la pintura, la pintora italiana Artemisia Gentileschi se sirve de la tradición grecorromana para ilustrar ideas abstractas a través de la figura femenina, presentándose a sí misma como el exponente supremo de la pintura.
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María Correas, PhD
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28 de julio de 2025
La antítesis es un recurso literario que opone dos elementos del lenguaje que tienen significados contrarios.
Antítesis: ejemplos
Está alegre por fuera, pero triste por dentro.
Esta oración contiene una antítesis entre “alegre” y “triste”, y “fuera y “dentro”. Al contraponer estos conceptos, se resalta que la apariencia puede no corresponder con el estado de ánimo.
Su sueño se convirtió en una pesadilla.
Esta oración contrapone los sustantivos “sueño” y “pesadilla”, en una antítesis que destaca que las cosas no fueron como el hablante esperaba.
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María Correas, PhD
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Una parábola es el relato de un suceso ficticio que se utiliza para hacer comprender una lección moral por comparación.
La parábola es un recurso literario que se utiliza para ilustrar una conducta o un aprendizaje, haciéndolos más entendibles.
A diferencia de la alegoría, que se vale de una imagen para explicar un concepto abstracto que carece de ella, la parábola desarrolla una historia completa.
Ejemplo de parábola: La parábola del sembradorLa Biblia relata la historia de un agricultor que siembra una porción de sus semillas en una senda, otra porción sobre rocas, otra porción entre espinos, y una porción final en tierra fértil.
Aunque la cosecha no florece en las tres primeras, en la última produce un buen fruto.
Esta parábola busca aclarar que la palabra de Dios no impacta de manera uniforme en todos los individuos. Si se predica en el lugar adecuado, se logrará que ese individuo se transforme en creyente.
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11 de junio de 2025
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28 de julio de 2025
La analepsis es un recurso retórico (al igual que lo es la paráfrasis o la parábola) que interrumpe lo que se está contando para explicar algo que ha sucedido en el pasado con respecto del tiempo de la narración.
La analepsis se utiliza tanto de manera escrita (literatura) como de manera visual (cine).
Analepsis: ejemplos
Cuando intenté levantarme para andar por el suelo, resbalaba, y aunque ya me figuraba dónde estaba, preferí no pensar, pues
me acordé de lo que mi madre me había dicho en su lecho de muerte. Yo estaba a su lado, muy triste, y mi madre, que se ahogaba, tuvo fuerzas para levantarse de medio cuerpo para arriba y con el brazo largo, largo y seco como un mango de escoba, me pegó un tremendo guantazo (…).Mi Cristina, de Mercè Rodoreda
La película El Padrino II (1974) intercala escenas de la vida presente de Michael Corleone, con recuerdos de la juventud de Vito Corleone, su padre, para explicar la personalidad de ambos.
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María Correas, PhD
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El anacoluto es un cambio sintáctico en la estructura de la oración que provoca inconsistencia. A veces, el anacoluto también se denomina solecismo.
El anacoluto ocurre en el lenguaje hablado porque es flexible y a veces el hablante cambia de idea conforme habla. Esto origina faltas de sentido o de lógica en el discurso.
Sin embargo, se puede usar el anacoluto de manera intencionada como figura literaria para sorprender, al igual que las figuras de la antítesis o el calambur.
Anacoluto: ejemplos
Tú, no es que te entusiasmen las montañas rusas.
En esta oración aparece un anacoluto, pues comienza con el pronombre personal “tú” y después se introduce el verbo de construcción pronominal “te entusiasmen” (que no admite el pronombre personal sujeto)
Tú, no es que te entusiasmen las montañas rusas.
(A ti) no es que te entusiasmen las montañas rusas.
Los verbos pronominales incluyen un pronombre que sustituye al sujeto “tú”, por lo que no puede darse tanto este verbo como “tú” si no es en sentido reflexivo.
Su primo, la mujer es científica.
En esta oración, el anacoluto aparece porque el sujeto al comienzo de la oración parece ser “su primo”.
Sin embargo, es obvio que el sujeto real de la oración es “la mujer” y que “su primo” debe ejercer la función de sintagma preposicional introducido por “de”.
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María Correas, PhD
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28 de julio de 2025
La anadiplosis es una figura retórica que repite una palabra o sintagma al final de una oración y al comienzo de la siguiente.
Al igual que el paralelismo o la aliteración, suele emplearse para destacar una idea, vincular pensamientos o generar ritmo.
La anadiplosis es frecuente tanto en la literatura, especialmente la poesía, como en los discursos, donde se emplea para enfatizar.
Una figura literaria cuyo nombre es parecido es la epanadiplosis. La epanadiplosis repite la misma palabra o sintagma al principio y al final de un mismo verso.
Anadiplosis: ejemplos
La plaza tiene una torre,
la torre tiene un balcón,
el balcón tiene una dama,
la dama una blanca flor
La plaza tiene una torre, Antonio Machado
En este poema, se repiten una serie de elementos para captar la atención del lector y llevarle de lo más general (“la plaza”) hasta lo más concreto y objeto del resto del poema (“la dama”).
En este caso, como la repetición se produce a lo largo de varios versos, también se denomina concatenación.
Hablan las lenguas y lloran, lloran las almas y cantan.
Un generalife, Juan Ramón Jiménez
En este poema, se repite el verbo “lloran” al final del primer verso y al principio del segundo para destacar que se trata del sentimiento más importante.