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Qué es el “leísmo” y cómo evitarlo

creado por LanguageTool

El uso correcto de los pronombres “le” y “les” puede llevar a confusión. Te explicamos cómo usarlos correctamente para que evites caer en el “leísmo”.

Leísmo: cómo evitar este fenómeno lingüístico.
¿En qué consiste el “leísmo” y cómo evitarlo? Te lo explicamos.

  • Ayer vi a Lucía. Ayer la vi.
  • María paseaba a los niños. María los paseaba.

  • Ayer vi a Lucía. Ayer le vi.
  • María paseaba a los niños. María les paseaba.


¿Qué es el “leísmo”? Definición y origen

Existen tres fenómenos lingüísticos principales relacionados con el uso incorrecto de los pronombres “le”, “la” y “lo” y sus respectivos plurales en español. Estos fenómenos se conocen como leísmo, laísmo y loísmo.

En este artículo, vamos a centrarnos únicamente en uno de ellos: el leísmo. La razón es que consideramos que el laísmo y el loísmo se merecen un rincón propio en nuestro corazoncito y en nuestro análisis lingüístico. Además, no queremos empezarlo con mal pie añadiendo demasiados pronombres…

No se conoce con certeza el origen del leísmo. Sin embargo, parece que estos tres fenómenos lingüísticos surgieron en los territorios de Castilla (España) durante la Edad Media y todo apunta a que sus orígenes están en el latín. Otra teoría, recogida en el libro Variation and Change in Spanish del autor Ralph Penny, sostiene que los pronombres proceden de la mezcla del idioma castellano y vasco.

Pero, volvamos a la definición de leísmo. Según la RAE, la Real Academia Española, el leísmo es:

  • El uso impropio de “le(s)” en función de complemento directo, en lugar de “lo” (para el masculino singular o neutro), “los” (para el masculino plural) y “la(s)” (para el femenino), que son las formas a las que corresponde etimológicamente ejercer esa función.

Ejemplos de leísmo:

Llegó tarde a la estación de tren y le perdió.
Llegó tarde a la estación de tren y lo perdió.
Al gato le encontraron tirado en la carretera.
Al gato lo encontraron tirado en la carretera.
Leísmo, laísmo, loísmo... todo es muy complicado.
Entender el “leísmo” no es nada fácil…

Usos correctos de “le” y “les” para evitar el leísmo

Para analizar qué es el leísmo, debemos, a su vez, entender cuándo usar el pronombre “le” y evitar usar “lo”, “la” y sus formas plurales respectivas.

Según la RAE, los pronombres “le”y “les” proceden, respectivamente, de las formas latinas de dativo “illi”, “illis” que se utilizaban como complemento indirecto.

Esta es la razón por la que la norma culta del español estándar establece que “le” y “les” deben desempeñar dicha función, sin importar el género del sustantivo al que se refiere el pronombre. Sin embargo, el tema es algo más complicado.

Los leísmos se pueden dar:

1) De persona, singular y masculino (en este caso específico, se trataría de un leísmo aceptado por la RAE, aunque se recomienda la utilización de “lo”)

Allí estaba Juanjo, pero no le vi.
Allí estaba Juanjo, pero no lo vi.
Le vio paseando por la ciudad.
Lo vio paseando por la ciudad.

2) De cosa, singular y masculino (no está admitido)

Dejó el abrigo en la discoteca y no le encontró.

3) De persona, plural y masculino (no está admitido)

Les vio paseando por la ciudad.

4) Femenino, ya sea de persona o de cosa, plural o singular (no está admitido)

Allí estaba María; pero no le vi.
Allí estaban todas las chicas; pero no les vi.
Allí estaba la mochila; pero no le vi.
Allí estaban las mochilas; pero no les vi.

Por tanto, los usos correctos de “le” y “le” se consideran:

1) “Le” como complemento indirecto singular, tanto masculino como femenino

Es tu padre, ábrele la puerta.
Es tu madre, ábrele la puerta.
Es mi gato, le puedes hacer caricias.
Es mi gata, le puedes hacer caricias.

2) “Les” como complemento indirecto plural, tanto masculino como femenino

Son tus hermanos, ábreles la puerta.
Son tus hermanas, ábreles la puerta.
Son mis gatos, les puedes hacer caricias.
Son mis gatas, les puedes hacer caricias.
El leísmo es un fenómeno que se, de manera general, en ciertas partes de España.
El “leísmo” se da, sobre todo, en el área central y noroccidental de Castilla.
¿Sabías qué?

Como acabamos de ver, cuando se trata de una persona masculina, los académicos llegan, incluso, a aceptar el fenómeno lingüístico del leísmo. Ese leísmo con persona masculina es más frecuente entre hispanohablantes de la mitad norte de la Península Ibérica que entre hispanohablantes de la mitad sur y de la España insular.

Es posible que hayas leído o, incluso, estudiado alguna vez que la forma más sencilla para determinar el tipo de complemento que tenemos delante es preguntar “¿a quién(es)?”.

Sin embargo, esta orientación no es del todo correcta, ya que solo determina si hay un complemento de persona y no si este complemento de persona es indirecto (“le”) o directo (“lo/la”). Lo mismo ocurre con la pregunta “¿para quién(es)?”, que no siempre funciona para el complemento indirecto.

Por otro lado, y en sentido contrario, una cosa también puede ser complemento indirecto.

Le dio un apretón a la almohada.
Le dio un apretón.

Si deseas conocer con certeza qué tipo de complemento es el que estás analizando, deberías transformar la oración activa en oración pasiva. Solo así, el complemento directo hará la labor de sujeto paciente y podrás determinar qué tipo de pronombre le corresponde.

Avisé a tus amigos. → Tus amigos fueron avisados por mí.

Los verbos intransitivos son aquellos que no aceptan el complemento directo, ya que se trata de acciones que no afectan a cosas o personas. Un verbo intransitivo es, por ejemplo, llover. Con estos verbos se usarían los pronombres “le” y “les”.

Por otro lado, si el verbo se refiere a cosas o personas es un verbo transitivo y lo más habitual es utilizar pronombres como “lo” o “la”. Son verbos transitivos coger, fotografiar o fregar.

Reglas básicas para entender el leísmo.
El “leísmo” es un fenómeno bastante complejo y aceptado en algunas regiones, incluso en sus formas incorrectas.

Ejemplos de leísmo

A continuación vamos a examinar algunos ejemplos de leísmo correcto o aceptado y de leísmo que es incorrecto o no está aceptado por la RAE:

  • El libro que me regalaste, le leí de un tirón.

  • ¿Quieres que las lleve agua a las chicas?
  • ¡Qué feliz está Luis! Finalmente, lo permití comprar ese juguete.
  • Lucía gritó a la profesora. Estuvo mal que Lucía la gritara.
  • Juan cogió la pala que estaba junto a su hermana y la pegó con ella.

  • El libro que me regalaste, lo leí de un tirón.

  • ¿Quieres que les lleve agua a las chicas?
  • ¡Qué feliz está Luis! Finalmente, le permití comprar ese juguete.
  • Lucía gritó a la profesora. Estuvo mal que Lucía le gritara.
  • Juan cogió la pala que estaba junto a su hermana y le pegó con ella.


Consejos y trucos para evitar el uso incorrecto del “leísmo”

Sabemos que, al leer tanta información sobre complementos indirectos, directos, pronombres, etc. te sentirás algo abrumado. Como resumen de toda esta información relacionada con el leísmo, vamos a darte un par de trucos fáciles y rápidos para evitar el uso incorrecto del leísmo.

  • No utilices el leísmo, es decir, nunca uses los pronombres “le” o “les”, cuando el pronombre haga referencia a un animal o a una cosa. En estos casos el leísmo no se considera apropiado.
  • Cuando los pronombres hagan referencia a nombres femeninos, ya sean de personas, animales o cosas, tampoco debes utilizar nunca los pronombres “le” o “les”.
  • Con los verbos intransitivos siempre debes hacer uso de los pronombres “le” o “les”.
  • En verbos como ver, fotografiar, retratar, tocar, limpiar, etc. se emplea “lo” o “la” si nos referimos a la persona, pero “le” si además aludimos a una parte de su cuerpo (o algo que posee) con la función de complemento directo (Por ejemplo: Lo vi por la calle y le vi la cabeza por la calle).
  • Como excepción, la RAE admite, por el uso generalizado de esa forma entre los hablantes cultos, “le” como complemento directo cuando hace referencia a un nombre masculino en singular. (Por ejemplo: A Luis le admiro mucho y A Luis lo admiro mucho).

LanguageTool puede sacarte de más de un apuro con los pronombres o usos incorrectos del español que se dan en ciertas zonas de España o de ciertos países hispanohablantes. Con las correcciones gramaticales que te propone, evitarás errores embarazosos y mejorará el nivel de tus textos. En un par de días, ¡le cogerás el truco a usar un asistente de escritura mientras escribes! ¡No lo dejes pasar!

Resumamos:

  • La definición de leísmo es el uso impropio de los pronombres “le(s)” en función de complemento directo, en lugar de “lo” (para el masculino singular o neutro), “los” (para el masculino plural) y “la(s)” (para el femenino).
  • El leísmo no se considera apropiado referido a animales y cosas, ni para nombres femeninos, ya sean de personas, animales o cosas.


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