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¿Qué es la “personificación”? Ejemplos de personificación en la literatura

creado por LanguageTool

Las figuras retóricas como la personificación o la metáfora forman parte no solo de multitud de poemas y textos literarios, sino también de nuestro día a día y de la manera que tenemos de expresar nuestras ideas. En este artículo explicaremos qué es la “personificación” mediante ejemplos.

Definición de personificación y uso de esta figura retórica.
¿Qué es la “personificación” y en qué consiste esta figura retórica?
Conceptos básicos sobre la “personificación”:

  • La personificación es una figura retórica o literaria que atribuye a un objeto, a un animal o a un ente inanimado, características y propiedades en sus acciones que son propias de seres humanos.
  • Nos dejaremos arrullar por el murmullo de las hojas al caer.


 ¿Qué es la “personificación”?

Sin saber aún qué era una personificación, seguro que de pequeño ya estabas en contacto con muchos ejemplos de personificaciones en algunos de los cuentos, historias y relatos para niños que te contaban tus padres o que leías en la escuela.

La personificación es una figura retórica o literaria que consiste en dar propiedades que no son propias de los seres humanos a entes inanimados, animales u objetos, es decir, a seres u objetos que carecen de rasgos y propiedades humanas. Estos rasgos pueden ser el habla, la risa, los sentimientos, etc.

¿Qué son las “figuras retóricas”?

Las figuras retóricas son recursos lingüísticos que se emplean con la intención de destacar una idea, de convencer de algo, de embellecer un texto o un concepto o de generar cierta emoción o sentimiento. La hipérbole, la metáfora o la elipsis son ejemplos de figuras retóricas.

Según la definición de la RAE, la Real Academia Española, la personificación es:

1) “Acción y efecto de personificar”

2) “Prosopopeya (atribución de cualidades propias de seres animados)”

Estudio de la personificación.
En este artículo analizaremos la definición de “personificación” y las características que la definen.

En esta definición de personificación aparece un nuevo concepto del que hasta ahora no habíamos hablado. La prosopopeya es otro término con el que se conoce a la figura retórica de la personificación. Prosopopeya y personificación son sinónimos y, como podemos observar, comparten la misma definición:

  • “Atribución, a las cosas inanimadas o abstractas, de acciones y cualidades propias de los seres animados, o a los seres irracionales de las del ser humano”

Podemos pensar en la personificación o prosopopeya como en una especie de metáfora que usamos para atribuir cualidades propias del ser humano a un animal o a cosas.

¿Sabías qué?

  • La personificación o prosopopeya es un tipo de metáfora ontológica.

  • Las metáforas ontológicas son “aquellas que categorizan un fenómeno de forma peculiar mediante su consideración como una entidad, una materia, un recipiente, un ser humano, etc.”.

Ahora que ya sabemos en qué consiste la personificación tras analizar su definición y que, además, ya entendemos la relación entre personificación y prosopopeya, podemos comprender los motivos que nos llevan a hacer uso de esta figura literaria en algún texto o en nuestro discurso hablado.

Algunos de los motivos por los que usamos personificaciones en nuestros textos son para embellecer aquello que escribimos, para darle un matiz diferente, que le aporte originalidad o distinción, o para potenciar nuestro texto en cierta forma.

Estos objetivos, principalmente estilísticos, son propios de diferentes tipologías textuales. Sin embargo, la personificación es un recurso literario que destaca en la poesía, en las canciones, en la publicidad y en los cuentos para niños. 

La personificación es frecuente en la literatura infantil, en donde suelen convivir diferentes seres fantásticos o animales que forman parte de la trama, como pudiera hacerlo un ser humano. Nos hablan, se comunican entre ellos mediante palabras y gestos y, en muchas ocasiones, llevan a cabo tareas que son propias del día a día de una persona y no de un animal, monstruo o ser mágico.


¿Cómo se construye una personificación?

Para construir una personificación debemos, en primer lugar, contar con un elemento que no sea una persona. A este ser inanimado, este objeto o animal, tendremos que dotarlo de alguna característica propia de un ser humano. Es decir, tenemos que crear el efecto de la personificación que estamos buscando. Podemos hacer que este objeto hable, que nos susurre o que nos pida algo, o podemos hacer que un animal o un elemento de la naturaleza baile o se ría.

Dándole vida a estos objetos o animales, comunicamos una idea y hacemos llegar un sentimiento o concepto al lector de una manera diferente, original y más poética. Además, puede servirnos para aclarar o simplificar un concepto o sentimiento que sería difícil de entender si no lo expresáramos como sentimientos o ideas propias de los seres humanos y que tan claramente identificamos por nuestra propia condición de personas.

Características de la personificacióno como figura retórica.
Características de la personificación: ¿en qué consiste una “personificación”?

Ejemplos de frases con una personificación

Quizá no queramos escribir un poemario o no tengamos intención de inventar un cuento que contar a nuestros hijos por la noche. Sin embargo, la personificación es una figura y un recurso literario que nos puede ayudar a aclarar ideas, a expresarlas de manera más simple o a embellecer nuestro discurso. 

Aunque son muchos los poemas que incluyen alguna personificación, las canciones plagadas de personificaciones o los anuncios de televisión que se construyen a base de personificaciones, también las encontramos en frases que podemos escuchar en cualquier conversación de nuestro día a día. 

Estos son algunos ejemplos de oraciones que contienen una personificación:

Nos dejaremos arrullar por el murmullo de las hojas al caer.
Ojalá María pueda disfrutar de la caricia del viento.
El sol besa mi cuerpo extendido en la arena.
Una estúpida piedra me hizo caer.
La aurora venció a la noche.
El viento intrépido le robó el sombrero.
El amor ha golpeado tu puerta.
La naturaleza es sabia.
La noche gritaba de dolor por su ausencia.
El coche estaba sufriendo y al final se apagó el motor.
Desde que te fuiste el cielo no ha parado de llorar.
La muerte ha llamado a su puerta.

 Ejemplos de personificación en la literatura

Como hemos podido ver en estos ejemplos de personificaciones, esta figura retórica suele estar relacionada a su vez con conceptos abstractos, como pueden ser la alegría, la tristeza, el amor o la muerte.

Por este motivo, la personificación y la poesía van de la mano y es frecuente encontrar esta figura en poemas, leyendas, fábulas y cuentos. 

Un poema de personificación es un poema en el que se otorgan cualidades, sentimientos y emociones propias de los humanos a objetos inanimados, con la intención de aportar simbolismo y alegoría al poema.

Veamos algunos poemas en español en los que podemos identificar diferentes personificaciones entre sus versos:

Pero ese instante sudoroso de nada
acurrucado en la cueva del destino
sin manos para decir nunca
sin manos para regalar mariposas
a los niños muertos.

(Alejandra Pizarnik “A la espera de la oscuridad”)

La aurora de Nueva York gime 
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas 
nardos de angustia dibujada
La aurora llega y nadie la recibe en su boca

(Federico García Lorca, “La aurora”)

Lejos, los montes duermen
envueltos en la niebla,
niebla de otoño, maternal; descansan

(Antonio Machado, “Caminos”)

Abril galán venía, todo
lleno de flores amarillas… 

(Juan Ramón Jiménez “Primavera amarilla”)

Sobre los álamos blancos
de la dormida ribera,
una luna rosa y triste
va subiendo entre la niebla.

(Juan Ramón Jiménez Poema de “Arias Tristes”)

La fuente aleja su cantata.
Despiertan todos los caminos
 […]
Viento del sur, ¿vienes sonoro 
de soles? Ciegan los caminos
¡Mar de la siesta, mar de oro;
qué alegre estás sobre los pinos!
Dice el verdón no sé qué cosa…

(Juan Ramón Jiménez, “El mar lejano”)

Ejemplos de personificaciones en poesía y literatura.
Ejemplos de personificaciones y personificaciones en poesía.
Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

(Jorge Luis Borges “Ajedrez”)

Entonces el cielo y yo conversamos abiertamente, 
y seré útil cuando yazca al fin: 
entonces los árboles me tocarán por una vez, 
y tendrán tiempo para mí las flores. 

(Sylvia Plath. “I am vertical”. “Soy vertical” en su traducción al español.)

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Resumamos:

  • La personificación o prosopopeya es una figura retórica que consiste en atribuir propiedades humanas, como pueden ser hablar, reaccionar, sentir o actuar de una determinada manera, a un animal, a un objeto o a un ente inanimado.
  • Como figura literaria se caracteriza como figura de ficción al otorgar una cualidad humana a algo que no la tiene.
  • Personificación y prosopopeya son sinónimos y ambas constituyen la misma figura retórica.
  • Las personificaciones son frecuentes en poesía, cuentos para niños, canciones, fábulas o en la publicidad. Además, también son frecuentes en nuestro habla cotidiana.


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